CARAMEX
En México, las autoridades cuentan con un sistema
automatizado que permite generar retratos más precisos de cualquier persona.
Los retratos hablados requerían de la atención de un dibujante y la mayor cantidad de información por parte de un testigo; sin embargo, los resultados no siempre fueron los mejores. caramex resuelve dicho problema.
Entre 1993 y 1996, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través del Instituto de Investigaciones Antropológicas y la Dirección General de Asuntos del Personal Académico, trabajaron juntos para desarrollar el proyecto que llevaría el nombre de 'La cara del mexicano' y que daría como resultado el sistema automatizado denominado CARAMEX.
Este programa es capaz de realizar los famosos retratos hablados, pero de una manera mucho más rápida y precisa, pues elimina el problema del estilo artístico del dibujante (lo que podía causar variantes en el rostro plasmado).
Para crear el sistema se consiguió información de la variabilidad del rostro de la población mexicana a través de un muestreo realizado en varias entidades del País. Para ello se emplearon los rostros de 2 mil 890 personas, mil 285 de las cuales eran mujeres.
Se tomaron fotografías estandarizadas (frontal y lateral izquierda) con la misma iluminación, distancia del lente y el sujeto. Se añadió información sobre la forma y color del cabello y tono de la piel.
Al finalizar, se obtuvieron 21 dimensiones faciales que más adelante se fueron derivando a través de varios índices que dan cuenta de la variabilidad morfológica facial.
Claro que también se tomaron en cuenta algunas otras valoraciones morfoscópicas como la calvicie, cicatrices, lunares y arrugas.
Finalmente, se realizó un análisis estadístico para obtener tipologías de los diferentes elementos de la cara y se seleccionaron "imágenes tipo" de los rasgos faciales de hombres y mujeres estudiados.
El resultado fue un acervo de 466 archivos distribuidos en 26 directorios con características que incluyen arrugas, lunares y cicatrices.
"Lo primero para construir un retrato hablado, en caso de personas adultas, son los rasgos básicos: forma de la cara, las cejas, la nariz, la boca; luego vienen los lunares, las cicatrices; es decir, los rasgos particulares y, finalmente, los accesorios: sombreros, gorras, lentes, aretes", explicó el doctor Carlos Serrano, integrante de la Academia Mexicana de las Ciencias (AMC), y participante en el desarrollo del sistema CARAMEX.
En 2002, los datos del programa fueron actualizados con una mayor cantidad de peinados y mejoras en la usabilidad.
Y así fue como los retratistas de las procuradurías mexicanas dejaron el lápiz y lo sustituyeron por un sistema automatizado
Los retratos hablados requerían de la atención de un dibujante y la mayor cantidad de información por parte de un testigo; sin embargo, los resultados no siempre fueron los mejores. caramex resuelve dicho problema.
Entre 1993 y 1996, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través del Instituto de Investigaciones Antropológicas y la Dirección General de Asuntos del Personal Académico, trabajaron juntos para desarrollar el proyecto que llevaría el nombre de 'La cara del mexicano' y que daría como resultado el sistema automatizado denominado CARAMEX.
Este programa es capaz de realizar los famosos retratos hablados, pero de una manera mucho más rápida y precisa, pues elimina el problema del estilo artístico del dibujante (lo que podía causar variantes en el rostro plasmado).
Para crear el sistema se consiguió información de la variabilidad del rostro de la población mexicana a través de un muestreo realizado en varias entidades del País. Para ello se emplearon los rostros de 2 mil 890 personas, mil 285 de las cuales eran mujeres.
Se tomaron fotografías estandarizadas (frontal y lateral izquierda) con la misma iluminación, distancia del lente y el sujeto. Se añadió información sobre la forma y color del cabello y tono de la piel.
Al finalizar, se obtuvieron 21 dimensiones faciales que más adelante se fueron derivando a través de varios índices que dan cuenta de la variabilidad morfológica facial.
Claro que también se tomaron en cuenta algunas otras valoraciones morfoscópicas como la calvicie, cicatrices, lunares y arrugas.
Finalmente, se realizó un análisis estadístico para obtener tipologías de los diferentes elementos de la cara y se seleccionaron "imágenes tipo" de los rasgos faciales de hombres y mujeres estudiados.
El resultado fue un acervo de 466 archivos distribuidos en 26 directorios con características que incluyen arrugas, lunares y cicatrices.
"Lo primero para construir un retrato hablado, en caso de personas adultas, son los rasgos básicos: forma de la cara, las cejas, la nariz, la boca; luego vienen los lunares, las cicatrices; es decir, los rasgos particulares y, finalmente, los accesorios: sombreros, gorras, lentes, aretes", explicó el doctor Carlos Serrano, integrante de la Academia Mexicana de las Ciencias (AMC), y participante en el desarrollo del sistema CARAMEX.
En 2002, los datos del programa fueron actualizados con una mayor cantidad de peinados y mejoras en la usabilidad.
Y así fue como los retratistas de las procuradurías mexicanas dejaron el lápiz y lo sustituyeron por un sistema automatizado
AFIS ( AUTOMATED FINGERPRINT
IDENTIFICATION SYSTEM)
Un
sistema AFIS, consiste en convertir los archivos de papel existentes, en
archivos magnéticos, sin importar el sistema dactilar en que estén clasificadas
las huellas dactilares. Se realiza a través de un procedimiento de foto
detectores o bien, uno de digitalización de imágenes (escáner), que lee
directamente la información exhibida en las fichas decadactilares, a este
proceso se le denomina conversión.
La
información de cada huella dactilar, se codifica digitalmente por una
computadora de alta velocidad, para facilitar su procesamiento. Esto hace que
los sistemas AFIS, sean altamente eficaces y fáciles de operar.
A
cada huella dactilar, se le determina automáticamente el número de las minucias
o puntos característicos (bifurcación y cortada). Para su análisis, los
sistemas AFIS, consideran el número de minucias de acuerdo al sistema crestal
(basilar, nuclear y que corresponde en el dactilograma.
Los
sistemas AFIS, ofrecen grandes ventajas como son: la discriminación, es decir
se puede seleccionar con gran precisión a unos cuantos, candidatos, entre un
voluminoso archivo de huellas dactilares; identificar, tanto huellas latentes
como fichas decadactilares; almacenar información como: nombre, edad, sexo y
fecha de nacimiento; puede integrarse información complementaria como: el tipo
de delito, lugar del ilícito, etc. Otra gran ventaja es la velocidad.
Tiene
la capacidad de realizar "búsquedas en automático", es decir, lleva a
cabo búsquedas y cotejos sin necesidad de contar con una lista de sospechosos.
Los
sistemas AFIS, tienen la posibilidad de operar en forma independiente o bien
formando parte de una red, ya que pueden ser totalmente autónomos. Una de sus
características más importantes consiste en poder integrarse a otras terminales
o bases de datos, tanto remotas, como locales para abarcar áreas geográficas
más extensas.
Las
principales características técnicas de un sistema AFIS, son:
1.-
Conversión rápida y automática de las huellas dactilares en información digital.
2.-
Codificación de huellas latentes o decadactilares de baja calidad con capacidad
auxiliar para darles un tratamiento que mejore dicha calidad.
3.-
Edición manual de fichas decadactilares de baja calidad codificadas
automáticamente.
4.-
Consulta mediante el teclado de números de control de proceso (NCP).
5.-
Almacenamiento de datos para el proceso de búsqueda y confronta
6.-
Búsqueda automática de candidatos de acuerdo con su clasificación y datos
descriptivos personales (DDP).
7.-
Lista de candidatos buscados en orden decreciente de probabilidad de confronta.
El
sistema automático de identificación de huellas dactilares, presenta
posibilidades de obtener resultados precisos, a partir de un mínimo de
información: permite el cotejo de una huella latente, con una tarjeta de diez
huellas dactilares; de una huella latente con otra latente; una tarjeta de diez
huellas dactilares con otra tarjeta decadactilar; de una tarjeta de diez
huellas dactilares, con una huella latente; tiene a posibilidad de realizar
cotejos sin disponer de información sobre el núcleo o el delta de la figura
dactilar; no requiere determinada alineación o posicionamiento de la huella
latente y permite mejorar la calidad de la imagen.
El
perito dactiloscopista debe realizar la búsqueda de huellas en el lugar de los
hechos siendo lo más recomendable que éste no haya sido alterado, aunque, aún
habiendo sido modificado existe la posibilidad de que se encontrara algún
elemento dactilar susceptible de estudio, una vez que se hayan descartado los
moradores del lugar y todo aquel que haya mantenido contacto con el mismo, y
que se tenga registro de tal hecho.
La
búsqueda se hará de forma metódica, completa y sistemática, no omitiendo ningún
sitio en el que exista la posibilidad de encontrar algún elemento de estudio,
debido a la probabilidad de contacto con el mismo de quien o quienes pudieron
haber participado en el hecho.
Se
llaman impresiones digitales latentes aquéllas que voluntaria o
involuntariamente se dejan estampadas al tocar un objeto; éstas pueden ser
visibles o no, positivas o negativas; las huellas positivas son aquellas
producidas por los dedos impregnados de una materia colorante (visibles) o por
el sudor (invisibles), mientras que las negativas son las impresiones en una
sustancia plástica (cera, mastique, etc.).
Se
llaman huellas latentes los vestigios ocultos que dejan los pulpejos de los
dedos, las palmas de las manos y las plantas de los pies sobre cualquier objeto
pulido con que se tenga contacto o con el simple roce de los mismos. Esas
huellas invisibles las producen los depósitos de sustancias incoloras de grasa
y sudor que generalmente cubren la epidermis de los dedos.
La
evidencia de huellas dactilares dejadas casualmente sobre cualquier superficie
pulimentada se divide en tres clases:
a) Las
huellas digitales moldeadas son aquellas que se producen por el simple contacto
sobre superficies blandas o flexibles quedando impresas legiblemente. Estas
superficies blandas pueden ser: mastique, cera o parafina, jabón, mantequilla,
etc. Generalmente en esta clase de huellas no se puede emplear el revelador,
sólo se podrán tomar fotografías.
b) Las
huellas dactilares visibles son las que los delincuentes dejan en el lugar del
hecho, éstas pueden estar impregnadas de una sustancia colorante como sangre,
pintura o polvo mezclado con sudor. Por lo regular, los delincuentes se
ensucian las manos, al meterse a la casa-habitación dejan un sedimento de esta
mugre en los marcos de puertas y ventanas. De manera semejante un homicida
puede mancharse de sangre los dedos en el curso de una lucha y dejar huellas
digitales visibles en los objetos que vaya tocando. Estas huellas digitales
visibles serán captadas por medio de fotografías.
c) Las
huellas dactilares Latentes son aparentemente invisibles, pero con iluminación
indirecta se pueden apreciar mejor, más no lo suficiente como para poder
estudiarlas, por lo que deben ser sometidas a la acción de reactivos que las
harán surgir de inmediato. Estas huellas pueden encontrarse en los objetos
lisos, tales como: vidrios, platos, vasos, botellas, espejos, porcelana, cajas
de caudales, muebles de madera barnizados, armas, cofres y muchos otros objetos
pulimentados.
RECONOCIMIENTO DEL IRIS OCULAR
En
los últimos años la identificación basada en el patrón del iris ocular ha
experimentado un gran auge debido a los excelentes resultados obtenidos y al
gran interés que están mostrando algunos sectores económicos para incorporar
dicha técnica a sus sistemas de identificación. Algunas de las características
que hacen del iris una aplicación potencial para la identificación biométrica
son su estabilidad frente a los cambios originados por accidentes, esto debido
a la protección que le confiere la córnea.
El iris presenta pequeñas
variaciones en su apertura tanto con cambios de iluminación como con
iluminación fija, esta característica proporciona un mecanismo sencillo para
detectar si el sujeto que está haciendo uso de esta tecnología está vivo. Otra
característica importante es que este tipo de tecnología adquiere los datos
necesarios para su funcionamiento de forma no invasiva para el usuario.
Todas
estas características se vuelven importantes a la hora de estudiar la
viabilidad de la técnica biométrica, sin embargo falta la característica fundamental:
la unicidad; según varios estudios, en el patrón del iris hay más información
que identifica unívocamente a una persona que en una huella dactilar, incluso
los dos ojos de una persona poseen patrones distintos, característica muy
importante que debe ser considerada en el sistema pues el ojo del cual se tome
la imagen que servirá como patrón deberá ser el mismo que se utilice para
conceder el acceso.
Con todo esto se puede asegurar que esta técnica presenta
una unicidad extremadamente alta lo que llevaría a unas tasas de falsa
aceptación nulas lo que garantiza la viabilidad de esta técnica biométrica.
Sin
embargo su incapacidad para poder desarrollar el sistema los empujó a contactar
con el profesor John G. Daugman de la Universidad de Harvard para que fuera
éste quien desarrollara los algoritmos necesarios para realizar el
reconocimiento biométrico a través del patrón del iris. Estos algoritmos fueron
patentados en 1994 y son la base de todos los sistemas de reconocimiento por
iris existentes.
Flom,
Safir y Daugman fundaron la compañía iriscan corp, empresa que
tenía en su poder la patente y que se encargaría de licenciarla a otras
compañías. Una de esas compañías es Sensar Corp, no obstante la situación
económica mundial llevó a estas dos compañías a conseguir su viabilidad
económica mediante su fusión, creando así en el año 2000 la compañía Iridian Technologies encargada
de licenciar las patentes y de promover el desarrollo de productos y sistemas.
LECTORES
DE VOZ
El
laboratorio de análisis de voz interviene en hechos donde una o varias personas
resultan afectadas y se cuenta con la grabación de voz de sus agresores , en
audiocasstte y videocassette , y si
hubiera un detenido o sospechoso , se toma la muestra de voz
en el laboratorio a efecto de identificar si es la misma .
Se
efectúa mediante el comparativo de dos o más emisiones de voz, que pueden
pertenecer a un mismo emisor o emisores diferentes.
Este tipo de Sistemas deben de ser capaces de
trabajar de tres formas distintas:
a) Modo de Entrenamiento: En esta fase se
obtienen los patrones y valores de referencia correspondientes a cada uno de
los usuarios.
b) Modo de Funcionamiento o servicio: Esta es
la fase de utilización del sistema, y en la cual a partir de señales de voz el
sistema tomará decisiones acerca de la identidad del locutor.
c) Modo de actualización: Durante la vida
útil del sistema, éste deberá ser capaz de incorporar nuevos locutores, dar de
baja a usuarios, y opcionalmente actualizar o mejorar modelos y referencias
correspondientes a los usuarios presentes del sistema.